¿Emprendedora o soñadora? I

¿Emprendedora o soñadora? I

voy a cambiar el mundo y este es mi plan

Cualquier emprendedora debe comenzar por establecer una meta y trazar un plan de acción.

Funcionaria, trabajadora por cuenta ajena, autónoma, desempleada, joven, madura, inmigrante o emigrante. Cualquiera de nosotras puede tener un sueño por realizar. A todos nos gustaría ponernos en marcha y conseguirlo. Unas veces resulta fácil porque se trata de algo sencillo que forma parte de un pasatiempo pero otras requiere arriesgarse.

¿Qué ocurre cuando nuestro sueño es iniciar un negocio? La mayoría de las veces lo desechamos porque nos asusta y lo consideramos algo irrealizable, algo así como hacer castillos en el aire. Si lo pensamos un poco más, acabamos por analizar fríamente las opciones y desistimos porque estamos muy ocupadas y no tenemos tiempo, nuestra edad no es la adecuada por ser poca o por ser mucha, ya tenemos otro trabajo al cual no estamos dispuestas a renunciar porque bastante nos ha costado llegar donde estamos, no tenemos los medios ni el talento suficiente, es muy arriesgado en estos tiempos, no será viable o nadie nos apoya.

Al final, lo que prima es la inseguridad de no creer que podamos llevar a cabo un proyecto viable que nos resulte rentable y que pueda constituir una fuente de ingresos extra o la base de nuestro sustento.

Cada una de nosotras tiene un talento o unas habilidades que sobresalen sobre las demás y, a veces, no nos dedicamos profesionalmente a ello. Bien porque no hemos tenido la oportunidad o bien porque no creemos que nuestra habilidad sea muy útil.

Lo primero de todo es saber qué es lo que nos gusta hacer o tener un “sueño” claro. Debemos darle forma y pensar en una manera de realizarlo. Quizá empezar por convertirlo en un hobby sea el mejor comienzo. Desarrollar nuestra destreza o nuestro plan, darle forma mediante un posible proyecto y ver su viabilidad. Una vez que tenemos claro lo que queremos y cómo lo queremos es hora de moverse (un poco más). Desperezarse y buscar una manera de hacerlo real mediante la recogida de la mayor cantidad de información posible.

Cuando se trata de cosas manuales que nosotros podemos hacer lo mejor es empezar por realizar pequeños trabajos y darlos a conocer mediante nuestros conocidos y a través de todos los medios que tengamos a nuestra disposición. Y el recurso que más alcance tiene y que menos costes nos va a producir es internet, mediante un blog o una página web.

Si se trata de un negocio que requiere de un local es el momento de buscar los posibles lugares donde podríamos establecernos, sea en diferentes poblaciones o diversos tipos de locales.

De esta manera podremos comprobar las ventajas y los inconvenientes que tiene cada una de las opciones que manejamos pero de una manera más objetiva. Este punto de vista tiene la ventaja de que así se pueden solventar las dificultades que se nos presentan sin desanimarnos.

Cuando ya tenemos una idea real de la posibilidad de poder llevar a cabo nuestro proyecto es el momento en el que deberían entrar en juego de verdad nuestras inseguridades y nuestros temores. Antes no tiene sentido porque no hemos hecho más que permanecer en el espacio de nuestros deseos y sueños. En esa zona no hay ninguna amenaza para nuestra persona ni para nuestra seguridad, ni siquiera para nuestra estabilidad emocional. ¿Por qué? Porque lo único que hemos hecho es poner en marcha nuestra cabeza y darle cuerda a nuestra creatividad. Sin miedo es como podremos diseñar lo que de verdad queremos, sin ponernos trabas que desconocemos si llegarán.

Sin embargo, una vez que hemos tomado la decisión de si seguir adelante o quedarnos en un mero proyecto es cuando pasamos a la zona del riesgo. Es en este punto donde tendremos que evaluar si realmente nos puede merecer la pena. Ahora tenemos datos reales porque hemos recopilado gran cantidad de información y hemos desarrollado nuestro plan con sus pros y sus contras. Al verlos de una manera real podemos afrontar los posibles problemas y ver si tienen una solución o si podemos modificar el plan para solventar esas dificultades que aparecen. Es decir, es más fácil que combatamos nuestra inseguridad con argumentos reales o con datos objetivos. Si nos dejamos llevar por la inseguridad desde el principio, quien estará gobernando la dirección de nuestro pensamiento será el miedo y sus argumentos serán muy difíciles de rebatir porque no hemos investigado si son reales y, por tanto, nos moveremos constantemente en una zona de incertidumbre sin objetividad, lo cual reforzará nuestra inseguridad.

¿Quién nos da la seguridad? Nosotras. La mayoría de las veces hablamos por hablar sobre lo que nos gustaría pero en nuestro discurso estamos utilizando un tono que le quita seriedad. Empleando esta actitud somos nosotras mismas quienes estamos echando por tierra nuestro sueño. Eso significa que si se lo contamos a otras personas utilizando ese mismo discurso no resultará creíble y nadie nos tomará en serio.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *